Actualmente hay un movimiento global liderado principalmente por Code.org y CodeAcademy que promueve la enseñanza de la programación informática en las escuelas, poniendo el foco en las excelentes posibilidades laborales que se abren para los jóvenes que sepan programar. Sin embargo, en Programamos nos gusta poner el énfasis en otros beneficios que se obtienen al desarrollar el pensamiento computacional a través de la programación en la edad escolar, y en este artículo presentamos las evidencias que se han encontrado en multitud de estudios científicos en todo el mundo que han evaluado las capacidades, destrezas y competencias desarrolladas por estudiantes al aprender a programar.

A pesar de que pueda parecer una idea muy novedosa, ya en los años 80 con el lanzamiento del lenguaje de programación Logo miles de escuelas, principalmente en Estados Unidos, comenzaron a introducir la programación en sus curriculum. Esto cautivó la atención de diferentes grupos de investigación que estudiaron qué otras cosas aprendían los chavales durante estos cursos. Así, en el año 1986, el artículo Effects of Logo and CAI environments on cognition and creativity explicaba en sus conclusiones que los niños que usaron Logo en educación infantil demostraron mayor capacidad de atención, más autonomía, y mostraban un mayor placer por el descubrimiento de nuevos conceptos.

Y en esta misma línea, un estudio a gran escala de niños de infantil que programaban con  Logo (Logo and Geomtry) demostró que obtuvieron mejores resultados en pruebas de matemáticas, razonamiento y resolución de problemas.

 

Además, estudios más recientes han demostrado (Technology and school change: New lamps for old?) que aprender a programar tiene un impacto positivo en la creatividad y respuesta emocional de niños con dificultades de aprendizaje, así como en el desarrollo de las habilidades cognitivas y socio-emocionales (Effects of computer-assisted instruction and computer programming on cognitive outcomes).

En relación con las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías para convertir el aprendizaje en una actividad más social, colaborativa y en red, estudios recientes demuestran que cuando los niños se encuentran trabajando con un ordenador  hablan usando más del doble de palabras por minuto que cuando se encuentran realizando otras actividades sin utilizar dispositivos electrónicos, como jugando con plastilina o haciendo puzzles (Early Childhood Education: An International Encyclopedia). Además, cuando los niños están trabajando con el ordenador es más probable que busquen la asistencia y los consejos de otros compañeros, incluso si hay un adulto presente, incrementando la socialización entre los compañeros (Children and computers: New technology – Old concerns). Incluso cuando se cuenta con un ordenador por estudiante, los niños tienden a formar grupos mientras trabajan con dispositivos tecnológicos (The Design of Children’s Technology).

Por último, existen evidencias científicas que demuestran que el alumnado que aprende a programar en edades tempranas tiene menos estereotipos de género en relación a las carreras  STEM -Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas- (Women and Minorities in Science, Technology, Engineering and Mathematics) y menos reticencias para continuar sus estudios y profesiones en estas disciplinas (Gender related to success in science and technology).

Me habéis convencido, ¿por dónde comienzo?

Si has llegado hasta aquí, suponemos que no te quedará ninguna duda de que tus estudiantes o tus familiares tienen que aprender a programar, así que te recomendamos que eches un vistazo a nuestra sección de materiales para que veas cómo estamos enseñando programación en nuestras aulas. Y si tienes cualquier duda, déjanos un comentario o un mensaje en nuestros foros y trataremos de echarte una mano.

¡Saludos y a programar!