Recientemente hemos analizado los proyectos de real decreto por los que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de los niveles educativos no universitarios para estudiar la presencia del pensamiento computacional. Nuestras conclusiones son muy claras: el pensamiento computacional tendrá un papel protagonista en todas las etapas educativas, para lo que se combinan asignaturas específicas (como digitalización y tecnología) con un enfoque transversal. En relación al enfoque transversal, se trabajarán aspectos del pensamiento computacional en distintas áreas y asignaturas, destacando entre ellas las matemáticas tanto en primaria como secundaria obligatoria y bachillerato. Pero, ¿qué dice la evidencia científica sobre esta idea?

Matemáticas y pensamiento computacional: investigaciones empíricas

En nuestro blog hemos ido compartiendo los resultados de diferentes investigaciones del grupo KGBL3 en las que se ha medido el impacto en los resultados de aprendizaje cuando se integraban la programación y el pensamiento computacional en las clases de matemáticas, con resultados muy prometedores. Sin embargo, se trataba en general de estudios a pequeña escala, por lo que sus conclusiones deben tomarse con cautela. Por eso, la investigación realizada por el INTEF en el marco del proyecto Escuela de pensamiento computacional, que contó con la participación de más de 3.700 estudiantes de toda España, puede ofrecer conclusiones más relevantes.

En concreto, este trabajo estudia si es posible mejorar el desarrollo de la competencia matemática del alumnado a través de actividades de programación usando el lenguaje Scratch en 5º de primaria. Para ello se crearon dos grupos de estudiantes: el grupo experimental trabajó la competencia matemática a través de actividades de programación informática, mientras que el grupo de control lo hizo con otras actividades y recursos habituales en el área de matemáticas.

Tal como indican los autores de la investigación:

Los resultados muestran que el alumnado del grupo experimental desarrolló en mayor medida esta competencia que el alumnado del grupo de control, apreciándose un impacto significativo y positivo sobre la misma. Con un tamaño del efecto de la intervención d=0,449 puede afirmarse que el proyecto logró el efecto pretendido sobre la competencia matemática de los estudiantes.

Es decir, que los estudiantes que trabajaron las matemáticas mediante actividades de programación demostraron una mayor progresión en el aprendizaje de la matemática. Pero además, en las mismas horas de clase, aprendieron a programar y trabajaron su pensamiento computacional. No parece una mala idea, por tanto. Sin embargo, ¿esto es una locura que estamos haciendo aquí en España o tiene un respaldo de la comunidad educativa y científica internacional?

Prueba PISA 2022: matemáticas y pensamiento computacional van de la mano

La prueba PISA de 2021, que se ha pasado a 2022, se centrará en la evaluación de la competencia matemática como materia principal y medirá también el pensamiento computacional del alumnado, puesto que se considera que «los estudiantes deben tener y ser capaces de demostrar habilidades de pensamiento computacional mientras aplican la matemática como parte de su práctica de resolución de problemas». La imagen siguiente es un ejemplo del tipo de problemas que tendrán que resolver los participantes.

 

El marco que define la prueba PISA invita claramente a la reflexión en los países participantes sobre el papel del pensamiento computacional en el currículo y la pedagogía matemática. Así, en este marco se afirma que «el uso cuidadoso de conjuntos de habilidades y herramientas de pensamiento computacional puede crear condiciones efectivas de aprendizaje de las matemáticas. Además, las herramientas de pensamiento computacional ofrecen un contexto en el que poder materializar constructos abstractos (explorando y relacionándose con conceptos matemáticos de un modo dinámico), así como expresar ideas de nuevas maneras e interactuar con conceptos a través de nuevos medios y herramientas representacionales».

Vale, pero, ¿hay otros países que ya lo estén haciendo?

Estonia fue el primer país Europeo que saltó a la fama por fomentar el uso de la programación y el pensamiento computacional como recurso educativo, poniendo en marcha en el año 2012 el proyecto ProgeTiger. En el año 2015 desde Programamos tuvimos la oportunidad de visitar Tallin y escuchar al entonces presidente Toomas Hendrik defender que la extraordinaria mejora que su país había experimentado en los resultados educativos se debía en gran medida al uso de la programación como recurso educativo en matemáticas y otras asignaturas.

Este enfoque transversal que integra el pensamiento computacional en la asignatura de matemáticas también se sigue en otros países como Finlandia, Suecia o Francia.

Para finalizar cabe mencionar que, aunque pueda parecer que esta idea es muy novedosa, lo cierto es que existen casos de éxito bien documentados que integran actividades de programación y de fomento del pensamiento computacional en la clase de matemáticas desde hace varias décadas. De hecho, esto es lo que decía Seymour Papert en el año 1971 cuando presentaba el trabajo realizado en varias escuelas con el lenguaje de programación Logo:

 

Para saber más: