El curso de verano de «Programación y robótica en infantil y primaria» ha llegado a su fin, y en este artículo os resumimos las actividades de los tres últimos días.
Después de que el martes lo dedicásemos a aprender a utilizar Scratch, el miércoles tuvimos la oportunidad de conectar nuestras creaciones digitales con el mundo físico. Para ello, Patricia Flor y Eva Hu nos hicieron disfrutar con dos talleres:
- En el primero nos mostraron cómo se puede interaccionar en Scratch utilizando el audio y vídeo. Controlamos, todos juntos, un loro con la voz, nos metimos en un videojuego para comer donuts virtuales e incluso reciclamos de una forma muy original. También tuvimos tiempo de inventar nuestros propios proyectos.
- En la segunda sesión nos mostraron cómo utilizar las placas Makey Makey para conectar casi cualquier objeto que sea mínimamente conductor con nuestros proyectos de Scratch. El taller comenzó dando algunas ideas de cómo es posible hacer uso de estos dispositivos en nuestras aulas para el aprendizaje de música, para conocer las partes del cuerpo humano o para ejercitar la destreza mental, jugando a «Simon says» donde cambiamos botones por personas.
Pero lo mejor de este taller fue comprobar la gran creatividad que tienen nuestros maestros de infantil y primaria. De sus cabezas salieron ideas geniales que pudieron materializar y que os mostramos a continuación.
El jueves nos adentramos de lleno en el mundo de los robots. Jordi Freixenet, Mariona Niell y Eduard Muntaner nos mostraron cómo podemos construir casi cualquier cosa que imaginemos con Lego (Wedo) y cómo es posible darles vida con Scratch. También nos hablaron de Inventors4Change, una iniciativa que permite que niños de todo el mundo puedan establecer contacto y les anima a convertirse en agentes de cambio en sus comunidades a través de las tecnologías, el aprendizaje creativo y los medios digitales.
De la unión de algunas piezas lego, motores y sensores, nuestros maestros exploraron cómo podían resolver retos inventando, construyendo y programando robots y cómo pueden conectarse con proyectos Scratch para ampliar las posibilidades de la programación.
Por la tarde, Marina Lorenzo e Israel Gutiérrez nos hicieron disfrutar de una sesión unplugged, mostrándonos cómo es posible aprender a programar sin utilizar ningún dispositivo electrónico. Nos convertimos en robots de carne y hueso y en programadores con el reto de aprender un lenguaje nuevo con el que entendernos. Sin duda, fue una sesión muy divertida y productiva y de la que sacamos conclusiones muy interesantes, como que es posible fomentar el pensamiento computacional mediante juegos sencillos, con pocos recursos y en edades muy tempranas.
Hoy viernes, Gregorio Robles y Marcos Román han mostrado cómo puede usarse la evidencia científica para tomar decisiones en el ámbito educativo con el objetivo de decidir objetivamente cuándo, cómo y dónde comenzar a introducir la programación y robótica en nuestras clases. Al tratarse de un campo tan (relativamente) novedoso, los estudios científicos aún son limitados, por lo que nos han animado a participar en nuevas investigaciones que puedan contribuir a una mejor toma de decisiones por parte de la comunidad educativa.
La segunda sesión ha estado dedicada a la evaluación de proyectos de programación y de las habilidades de pensamiento computacional. A través de juegos y retos, hemos conocido diferentes herramientas, estrategias y plataformas, como DrScratch, que pueden ayudar a los docentes en las tareas de evaluación de estas competencias.
Aunque la parte presencial del curso termina aquí, ahora comienza la fase quizás más importante, ya que los docentes tendrán que aplicar y difundir todo lo aprendido durante esta semana para poder superar la fase en red.
Para nosotros ha sido un verdadero placer dirigir y participar en este curso. Esperamos que hayáis disfrutado y aprendido de todos y cada uno de los talleres, y aprovechamos para agradecer el enorme esfuerzo realizado tanto por parte del INTEF como de la propia UIMP para poder desarrollar un curso con unos requisitos técnicos y materiales tan exigentes como los que hemos tenido.
Muchas gracias, y ¡hasta la próxima!
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