El Ministerio de Educación y Formación Profesional a través del Insituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF) ha publicado un informe que consideramos que tiene mucho valor para la comunidad educativa. Se trata de un documento que presenta los resultados del proyecto «Escuela de pensamiento computacional«, en el que se analiza el impacto de la iniciativa sobre el aprendizaje del alumnado participante, que ha sido medido por investigadores independientes.

 

El informe incluye de manera separada los resultados que se han obtenido en Primaria, en ESO y en Bachillerato, ya que que en cada nivel se han perseguido objetivos diferentes y se han utilizado recursos, técnicas y enfoques metodológicos muy distintos. Así, mientras en Primaria se usado la programación con Scratch como un recurso en el área de matemáticas, en ESO se han trabajado proyectos creativos de tecnología, y en Bachillerato se ha usado el simulador de drones y coches autónomos Kibotics para desarrollar el pensamiento computacional.

Desde Programamos creemos que las conclusiones son muy interesantes para toda nuestra Comunidad. Nuestro compañero Jesús Moreno -que, de hecho, fue el coordinador del proyecto- lo explica así en la propia presentación del informe:

En 1967, Seymour Papert, Cynthia Solomon y el resto de visionarios del equipo de Logo publicaban el primer lenguaje de programación diseñado específicamente para escolares. Cinco décadas más tarde, gobiernos de todo el mundo están dando pasos para incluir el pensamiento computacional en sus planes de estudio, pero se ha producido una amalgama de enfoques y esfuerzos que se debe, fundamentalmente, a la escasez de evidencia científica que ayude a incorporar esta habilidad al currículo educativo con las máximas garantías.

Por ello son tan necesarios proyectos como la Escuela de pensamiento computacional. El hecho de que la iniciativa -además del equipamiento, los recursos educativos y la formación del profesorado- haya implicado una fase de implementación en el aula en la que han participado más de 8.000 estudiantes, y que esta intervención haya sido estudiada por equipos de investigación de primer nivel en este campo, hace que las lecciones aprendidas puedan ser de gran utilidad para administraciones educativas de todo el mundo.

Para mí ha sido un honor y un verdadero orgullo formar parte del fantástico equipo que ha diseñado e implementado el proyecto, por lo que aprovecho para dar las gracias a todas las personas que han contribuido a su realización, incluyendo a compañeros del INTEF, responsables educativos de Comunidades y Ciudades Autónomas, empresas colaboradoras, equipos de investigación y, especialmente, a los docentes y a los estudiantes que con su trabajo diario hacen que nuestra sociedad sea cada día un poquito mejor.

¡Que lo disfrutéis!

La imagen de cabecera es de Bernd Klutsch en Unsplash