El uso de Scratch ha demostrado unos buenos resultados en su uso con el alumnado de primaria y secundaria. Y, aunque parezca que son muy pequeños, no se debería excluir su uso en las aulas de infantil.

En este caso estamos hablando de un alumnado con evidentes limitaciones a la hora de usar de forma autónoma una herramienta como esta, básicamente las derivadas del nivel de desarrollo en el uso y dominio de sus habilidades lectoescritoras.  Es por esto que el equipo de investigación del Instituto Tecnológico de Massachusetts, creador de Scratch, se encuentra en estos momento en proceso de desarrollo de una nueva herramienta que se adapte a las necesidades del alumnado entre los 5 y 7 años:  Scratch Jr. Este programa está orientado a que el alumnado de estas edades pueda desarrollar estrategias de resolución de problemas, conceptos básicos de razonamiento lógico y otros conocimientos relacionados con el ámbito de la ciencia mientras se divierten e interactúan con el ordenador dentro de una comunidad de aprendizaje.

Scratch Jr se intenta adecuar a un alumnado que aún no sabe leer y escribir desarrollando una interfaz más simple, bloques de un mayor tamaño, con menos colores y que se organizan de manera que en la pantalla no salgan todos a la vez. Además del uso del sonido para eliminar las barreras que puedan suponer no saber leer todavía.

Hay que tener en cuenta que éste es un proyecto aún en marcha y no existe una versión definitiva de Scratch Jr, aunque se espera que esté disponible a finales de este año. En la imagen 1 se muestra una de las primeras versiones a partir de la cual se ha seguido trabajando. Las imágenes siguientes son del primer prototipo y del piloto en el que están trabajando actualmente:

 

scratch jr

jr1

Capturas del prototipo actual de Scratch Jr.

 

A la espera del lanzamiento de Scratch Jr., el uso de Scratch en un aula de infantil no deja de ser interesante. Salvando las dificultades de uso autónomo por parte del alumnado detalladas anteriormente, el uso guiado por parte del profesorado lo convierte en una herramienta más de acceso al conocimiento.