Como sabéis, desde Programamos estamos convencidos de que trabajar el pensamiento computacional desde edades tempranas es la mejor estrategia para luchar contra la brecha de género que existe en el sector tecnológico. Pero además de esta apuesta a largo plazo, también pensamos que visibilizar el maravilloso trabajo que realizan mujeres jóvenes en este campo puede ayudar a que, por ejemplo, las chicas que están a punto de enfocar sus estudios se animen a intentar desarrollar su carrera en el mundo de la tecnología. Esta entrevista a Ángela Vargas, como la que hicimos hace un tiempo a Eva Hu y Mari Luz Aguado, va en esta línea. Y es nuestra humilde contribución para el Día Internacional de la Mujer y la Niña en Ciencia que se celebra mañana, 11 de febrero.

Ángela, tú has estudiado ingeniería de telecomunicaciones. ¿Por qué te decidiste por esta carrera?

Siempre tuve claro que quería estudiar una ingeniería, ya que mi punto fuerte eran las matemáticas. A partir de ahí, busqué una ingeniería que no tuviera dibujo técnico (no se me daba nada bien) y descubrí lo que eran las telecomunicaciones. Vi que era el momento idóneo para estudiar esta carrera, porque las tecnologías estaban en plena evolución y confiaba en que me abriera muchas puertas en el futuro. Me inicié en esa aventura sin tener claro en qué consistía exactamente y si me iba a gustar. Ahora que la he terminado, creo que fue la mejor decisión que pude tomar, y la volvería a repetir sin lugar a dudas.

Tu trabajo en la Universidad Rey Juan Carlos estaba centrado en el proyecto Dr. Scratch. ¿Qué te hizo decidirte por este proyecto?

Durante los años de carrera, me dediqué a dar clases particulares de matemáticas a niños y me encantaba ayudarles y enseñarles a resolver problemas. Cuando me propusieron el proyecto de Dr. Scratch, que se encontraba relacionado con la iniciación a programación, me pareció una gran oportunidad para seguir ayudando a los más pequeños a través de Scratch. Además, mi tutor Gregorio Robles, me ofreció poder viajar y participar en diferentes congresos en los que presentar la herramienta Dr. Scratch y creí que sería una gran experiencia.

Cuéntanos más sobre tus tareas habituales en el proyecto.

Durante los 2 años de proyecto, tuve la suerte de hacer tareas muy diferentes y aprender mucho. Inicialmente me dediqué a aprender sobre Scratch y Dr. Scratch, mejorando mis conocimientos sobre programación web. Cuando ya conocí mejor la herramienta, pude asistir a varios congresos internacionales y presentarla, por lo que también mejoré mucho mi inglés. El segundo año estuvo más enfocado al mundo Cloud, ya que tuvimos que migrar Dr. Scratch a la nube de Google y aprendí mucho durante todo el proceso. Finalmente, en los últimos meses de proyecto conseguí una beca para trabajar y colaborar con un departamento de investigación en la Universidad de Trinity, en Dublín. Esta fue sin duda la mejor manera de acabar esta gran experiencia.

Este trabajo ha sido reconocido tanto en España como en EEUU con diferentes galardones y reconocimientos. Cuéntanos más acerca de esos premios y lo que han supuesto para ti.

Mientras trabaja con Dr. Scratch, estuve estudiando el Máster en Ingeniería de Telecomunicación. En el año 2020, defendí mi trabajo de fin de máster en el que mostré todo lo que había realizado en el proyecto de investigación. Uno de los artículos que publicamos en colaboración con investigadores de Northeastern University fue reconocido con el Best Paper Award en la prestigiosa conferencia CHI 2020, quizás la más importante del mundo sobre informática y educación. Gracias a estos trabajos conseguí el premio de Jóvenes Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos. Estos premios ha significado para mi un gran reconocimiento a todo el trabajo realizado, en el que sin duda ha tenido un papel fundamental mi tutor Gregorio.

Además de tu trabajo habitual, en Programamos tenemos la suerte de poder contar contigo para diferentes iniciativas. ¿Qué te han aportado estas colaboraciones desde el punto de vista profesional y personal?

Las iniciativas con Programamos me han aportado la parte más atractiva, ya que han sido oportunidades para poner en práctica todo lo aprendido. Haber realizado talleres con niños y familias, cursos con profesores o jornadas de actividades con Scratch, han sido experiencias muy divertidas y satisfactorias. Además, estas colaboraciones desde el punto de vista profesional me parecen la mejor manera de seguir conectada a este mundo que me ha gustado tanto.

¿Qué le dirías a una niña o una joven a la que le interesa la programación y la tecnología, pero tiene dudas de si estará preparada para desarrollar su carrera profesional en este campo?

Sin duda, que luchen por ello y que se encuentran perfectamente capacitadas para conseguirlo. Por desgracia, hoy en día siguen siendo una minoría las mujeres que nos dedicamos a esto y es algo que todavía está evolucionando. Así que animo a que lo intenten todas aquellas niñas a las que les resulte atractiva la tecnología o la programación, porque llegarán muy lejos.