Una de las personas que más ha inspirado el trabajo de Programamos es, sin duda, Seymour Papert, un visionario que hace 50 años cambió para siempre el aprendizaje de la informática en las escuelas. Hoy queremos hablaros de un término que Papert popularizó y utilizó mucho a lo largo de su carrera: diversión dura. Para ello, hemos traducido y resumido su artículo Hard Fun. Esperamos que lo disfrutéis y que os inspire tanto como a nosotros.

Toda mi carrera ha estado dedicada a encontrar actividades que estimulen la pasión del aprendiz por el trabajo duro y los hábitos de disciplina que se requieren para dominar temas complicados. Pero no es sencillo expresar con palabras cómo creo que mi postura es diferente al enfoque educativo «hazlo divertido, hazlo fácil».

Hace tiempo, a mediados de los 80, un estudiante me dio una pepita lingüística que resulta de ayuda. En la Academia Gardner (una escuela de un barrio desfavorecido de San José, California) […] un profesor escuchó a un chico usando estas palabras para describir el trabajo en la clase de informática: «Es divertido. Es duro. Es Logo». No me cabe duda de que este chico creía que el trabajo era divertido porque era duro, y no a pesar de que era duro.

Una vez que ya estaba alerta de este concepto de «diversión dura» comencé a escucharlo una y otra vez. Se expresa de muchas formas distintas, pero todas coinciden en que a todo el mundo le gusta resolver retos complicados. Pero deben ser retos asociados a las personas y a la cultura de cada tiempo. Esta época que cambia tan a prisa presenta a los docentes la dificultad de encontrar áreas de trabajo que sean duras de un modo adecuado: deben conectar con los estudiantes, pero también con la áreas de conocimiento, habilidades y (no nos olvidemos) ética que los adultos necesitarán en el futuro.

He escrito en esta columna sobre adolescentes en un correccional juvenil de Maine que superaron su aversión por cualquier tipo de aprendizaje escolar cuando se les dio la oportunidad de inventar y construir sofisticados dispositivos mecánicos y robóticos. Hacer esto requiere concentración y disciplina. Requiere aprender a tratar con cosas que salen mal y aprender a resolver el problema en lugar de rendirse a la frustración. Y para algunos de estos chicos ha significado experimentar por primera vez el placer de escribir, porque se les animaba a escribir sobre algo que estaban haciendo ellos mismos y lo hacían con pasión.

La frase «el placer de escribir» me hace parar un momento. […] Quizás «placer» no es precisamente la mejor palabra. Tampoco lo es simplemente «diversión». Necesitamos una expresión mejor y puede ser que aquel chico de primero de primaria de San José ofreciera la mejor. Estamos hablando sobre un tipo especial de diversión… «diversión dura».

Hace casi 40 años Papert publicó Mindstorms, un libro que sigue tan vigente como en el momento de su publicación. La familia de Papert ha publicado una versión gratuita que puede descargarse desde la web del Media Lab. Esperamos que lo disfrutéis.