En esta segunda entrega del curso nos vamos a centrar en responder una pregunta que nos encontramos de forma bastante habitual: ¿de verdad es posible aprender sobre inteligencia artificial de manera rigurosa en niveles no universitarios?

 

Según la UNESCO, la IA tiene el potencial de contribuir a resolver algunos de los retos más importantes de la educación, generar innovación en cuanto a las prácticas de enseñanza y aprendizaje, así como acelerar el progreso hacia el ODS 4. Una de sus publicaciones más relevantes es el Consenso de Beijing sobre la inteligencia artificial y educación. El objetivo es fomentar que se aproveche el potencial de las tecnologías de IA garantizando al mismo tiempo que su aplicación en contextos educativos se guíe por los principios básicos de inclusión y equidad.

En una línea similar, como parte de su Plan de Acción de Educación Digital, la Comisión Europea afirma existe una necesidad creciente de que docentes y estudiantes tengan una comprensión básica de la IA y el uso de datos para poder interactuar de manera positiva, crítica y ética con esta tecnología y explotar todo su potencial. Esto se refleja en el documento Directrices éticas sobre el uso de la inteligencia artificial y los datos en la educación y formación para los educadores, un documento de lectura muy interesante para cualquier docente, ya que puede ayudarnos, por ejemplo, a decidir si utilizar una cierta herramienta con nuestro alumnado.

Este artículo publicado en codeINTEF presenta un resumen interesante sobre diferentes iniciativas, informes y publicaciones en el panorama internacional. Pero como afirmamos en el vídeo de presentación, si bien a nivel teórico todo esto suena estupendamente, es importante conocer implementaciones reales en el aula que demuestren que realmente es posible aprender con rigor sobre IA en aulas de primaria, secundaria o FP. Y en Programamos hemos tenido la suerte de participar en varias investigaciones muy interesantes en este sentido.

En 2020, durante el confinamiento, el grupo KGBL3 realizó una intervención que se desarrolló en red dirigida a estudiantes de entre 10 y 16 años. Los resultados de la investigación se publicaron en la conferencia ACM SIGCSE21 y aquí puedes acceder a una copia del artículo completo. En Programamos también publicamos un resumen con las conclusiones más importantes, que indican que se produjo una mejora muy clara en los conocimientos sobre IA de los participantes, quienes afirmaron que les resultó sencillo programar sus propios proyectos de IA al usar LearningML. Un ejemplo de los proyectos que crearon los estudiantes es este prototipo de Juan Antonio, de 13 años, a quien se le ocurrió utilizar técnicas de IA para ayudar a personas con diversidad funcional visual a moverse por un edificio. ¡Mirad cómo lo explica él mismo!

Y llegados a este punto, siguiendo el consejo que nos daba Jorge Lobo hace unos días, te vamos a proponer un reto 🙂 ¿Te animas a realizar un test para medir tus conocimientos básicos de IA? Se trata de un test similar al que usamos con el alumnado participante en la investigación, en el que no se recopila ningún dato personal. Pero quizá pueda ser chulo si compartes tus resultados bien en los comentarios del blog o incluso en Twitter con el hashtag #ProgramamosIA.

Test IA

En el vídeo también se habla de la investigación que midió el impacto educativo del proyecto Escuela de pensamiento computacional e inteligencia artificial, una iniciativa dirigida por el INTEF y desarrollada en colaboración con Comunidades y Ciudades Autónomas. Esta investigación es muy relevante por dos motivos. Por un lado, por el tamaño de la muestra, ya que contó con la participación de más de 7.000 estudiantes y varios cientos de docentes, lo que creemos que la convierte en la mayor investigación sobre IA y educación realizada en todo el mundo. Y por otra parte, porque la implementación en el aula con el alumnado no la hizo un equipo de investigadores, sino que fue diseñada y desarrollada por el propio profesorado tras haber recibido una formación online.

El informe que presenta las evidencias -escrito por Gregorio Robles (URJC), Marcos Román (UNED) y un servidor 🙂 (Programamos)- incluye todos los detalles, recursos, instrumentos y metodología. Pero si tuviéramos que recomendar una sola sección sería la de buenas prácticas, en la que son los docentes quienes presentan los proyectos realizados junto a su alumnado, con las lecciones aprendidas y recomendaciones para futuras implementaciones:

Buenas prácticas EPCIA

Al hablar del enfoque que vamos a seguir durante todo el curso -en el que el alumnado será protagonista de su aprendizaje al crear sus propias soluciones de IA y no limitarse a utilizar herramientas ya existentes- hacíamos referencia a la metáfora de la programación como medio de escritura que han utilizado grandes figuras en este campo como la gran Cynthia Solomon, conocida como la madre de Logo, o Mitchel Resnick. Así lo debatíamos en Twitter hace unas semanas:

Y para comprender en detalle a qué nos referimos con este enfoque, no se nos ocurre mejor fórmula que recomendar este vídeo del proyecto Detectando trolls, desarrollado por Javier Álvarez con su alumnado para la celebración del día Internacional contra la Violencia de Género en 2019. En esta actividad se pretendió crear un sistema de IA capaz de reconocer expresiones ofensivas (trolls), para lo que tuvieron que trabajarse contenidos de Lengua Castellana y Literatura, Matemáticas,  Educación en Valores, Cultura Digital y Pensamiento Computacional. ¡No os lo perdáis porque es una maravilla!

 

Y también pueden ser inspiradores los proyectos propuestos por algunos de los docentes participantes en el curso organizado por el proyecto FAIaS, con representación de diferentes niveles educativos, incluyendo educación infantil:

 

Si conoces otros proyectos educativos que usen IA siguiendo este enfoque que discutimos, nos encantaría saber más de ellos. ¿Te animas a dejarnos un comentario o a presentarlo en Twitter con el hashtag #ProgramamosIA?

Recuerda que puedes acceder a todas las entregas ya publicadas, así como echar un ojo a lo que ya tenemos preparado para las próximas semanas:

 

¡Nos vemos el viernes que viene! Y ya nos vamos a meter manos a la obra… 🙂