Uno de los objetivos del blog de Programamos es daros a conocer el día a día de nuestra asociación, comunicar las actividades en las que participamos y compartir nuestras experiencias. Queremos que conozcáis un poco mejor a las personas que están detrás de este proyecto y para ello inauguramos un ciclo de entrevistas en las que os iremos presentando a los miembros de nuestro equipo.

Inaugura esta sección Patricia Flor, una de las cofundadoras de Programamos junto con José Ignacio Huertas, Jesús Moreno y María Moriana. Estos cuatro docentes han impulsado una comunidad cuyo objetivo fundamental es promover el desarrollo del pensamiento computacional desde edades tempranas a través de la programación de videojuegos y aplicaciones para móviles en todas las etapas escolares, desde educación infantil hasta formación profesional. Patricia tiene 34 años y es maestra de Educación Primaria en un centro público de Sevilla.

¿Qué ha supuesto en tu trayectoria profesional ser una de las cofundadoras de “Programamos”?

Ha supuesto un reto y una experiencia apasionante. Cuando María y yo conocimos lo que José Ignacio y Jesús hacían gracias a la programación informática en sus clases de Secundaria, nos pareció increíble. Fueron ellos los que nos propusieron ¿por qué no hacerlo nosotras también en Primaria? Ha sido un cambio radical en la manera de trabajar en clase. Partíamos de una metodología educativa que muchas veces estaba anclada en herramientas del pasado, casi del siglo XIX. Ahora preparamos a nuestro alumnado para que puedan entender y utilizar la tecnología que se encontrarán en el futuro en el mercado laboral.

¿Qué piensas que aportas como persona y como profesional a “Programamos”?

Tanto María como yo aportamos nuestra experiencia en Primaria. Damos una visión más cercana a los niños y niñas de esas edades. Y, sobre todo, somos un nexo de conexión con los nuevos compañeros que se están incorporando a esta nueva filosofía educativa. Planeamos impartir el próximo otoño un curso de formación para docentes en el Centro de Formación del Profesorado de Sevilla.

¿Cómo utilizas la programación en tus clases?

La programación informática se puede utilizar para enseñar cualquier cosa. Desde matemáticas a lengua española. Es mucho más divertido aprender cómo funciona el universo, qué es un ángulo o, en general, resolver un problema, si a la vez estás creando tu propio videojuego. El curso pasado estuvimos trabajando con el libro de Saint-Exupery, El Principito. Los alumnos hicieron una presentación con Scratch y acabaron creando un videojuego en el que el principito jugaba con las estrellas. Trabajando de esta manera haces su experiencia más significativa y nunca van a olvidar lo aprendido.

¿Cómo responde el alumnado de primaria? ¿Te ha sorprendido alguna reacción en concreto?

Los resultados son increíbles. Educar de esta manera desarrolla muchísimo el trabajo cooperativo. Es increíble como son los propios alumnos los que te demandan aprender más. El pasado curso me encontraba cada mañana alrededor de mi mesa a un grupo de chicos que me preguntaban dudas sobre lo visto el día anterior en clase que yo, como maestra, ni siquiera me había planteado. Estaban aprendiendo a aprender y su entusiasmo era contagioso.

Trabajas en un centro del Polígono Sur, ¿esto ha condicionado de alguna manera la experiencia de tu alumnado? ¿Piensas que aprender programación puede abrirles puertas?

Sin duda es una oportunidad para ellos. No por estudiar programación durante un año van a tener todo solucionado. Pero si conseguimos plantar en ellos la semilla, despertar el interés para que continúen formándose, ya hemos conseguido algo. Para mí es un orgullo que dos de mis alumnos que este curso se han trasladado a otro centro digan que aprendieron a programar en el Polígono Sur.

En el pasado has trabajado con adultos. ¿Piensas que la programación se podría aplicar en la Educación para adultos o  la “brecha digital” puede suponer algo insalvable?

Todo lo contrario. Pienso que sería muy positivo. Es más lo considero una herramienta fundamental para trabajar con un perfil muy concreto, el de adultos de 20 a 40 años que abandonaron los estudios antes de la crisis y que ahora han vuelto a estudiar. En la Semana de la Ciencia del Polígono Sur montamos un stand en el que presentamos nuestra manera de trabajar con la programación. Los alumnos del Centro de Educación Permanente pasaron por él y se mostraron entusiasmados. Aprender a programar puede ser la llave de este perfil de estudiantes a reengancharse al mercado laboral.

Además de docente eres madre, ¿fomentas el pensamiento computacional en tus hijos? ¿Haces actividades de programación con ellos?

Ellos todavía son pequeños, pero son muchas las veces en las que la programación está presente en el juego con mis hijos. Me he tomado tan en serio que ellos aprendan a programar que el próximo curso voy a ser maestra en su colegio y pienso contagiar poco a poco con el gusanillo de la programación a mis nuevos compañeros.