Tras una primera y segunda jornadas realmente interesantes, ayer terminó la Scratch Conference 2016.  El último día de conferencia siempre nos deja un sabor agridulce, porque nos vamos con muchas ideas nuevas e interesantes, habiendo conocido a gente extraordinaria, pero sabiendo que hasta el próximo año no volveremos a ver a muchas de estas personas.

En cualquier caso, la presentación principal de esta tercera jornada fue, en nuestra opinión, la mejor de la conferencia. Karen Brennan, Meryl Alper, Nick Giacobbe y Rhianon Gutierrez debatieron sobre el concepto de «para todos y todas» cuando hablamos de informática para todo el mundo. Se mostraron experiencias muy interesantes y se discutieron ideas en relación a las acciones que pueden realizarse para diseñar experiencias que sean accesibles a todo tipo de aprendices, que son realmente interesantes para cualquier docente y responsable educativo, por lo que os recomendamos que visualicéis la grabación de la charla.

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A continuación llegó nuestro turno, con un taller sobre la evaluación automática de proyectos Scratch, en la que presentamos las novedades de Dr. Scratch, el proyecto liderado por el grupo KGBL3 de la Universidad Rey Juan Carlos que dirige Gregorio Robles. Durante la sesión nos llevamos una bonita sorpresa, ya que Soohwan Kim, profesor de la Universidad Chongshin University de Korea nos mostró una versión de Dr. Scratch que han creado en su país. Y es que liberar el software siempre tiene recompensas como ésta.

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Tras terminar la sesión, Michael Ball, del proyecto Snap!, se acercó a charlar con nosotros para estudiar la posibilidad de desarrollar una adaptación de la herramienta para Snap! – un Dr. Snap! 🙂 – por lo que quizás tengamos novedades interesantes en el futuro.

Durante la mañana conocimos a Margarida Romero, que trabaja en la facultad de educación de la universidad de Labal en Quebec, y que es autora de Vibot the robot, un libro precioso para introducir la programación y la robótica en edades tempranas. Estamos seguros de que surgirán colaboraciones muy interesantes con Margarida, ya que estamos trabajando en la misma línea.

Y así llegamos al final de la jornada, en la que nos despedimos cantando la canción que ya casi se ha convertido en el himno de la comunidad:

Aún no sabemos dónde será la próxima Scratch Conference, pero quizás tengamos una sorpresa y podamos llevarla a Madrid en 2017. Os mantendremos informados.